Descripción
Sin mango.
El aporcador manual es una herramienta tradicional del huerto para aporcar algunas plantas cultivadas en líneas, como patatas, apio, endivias, espárragos, puerros, judías, etc.
Permite aporcar en una anchura máxima de +/ 20 cm.
Esta herramienta permite también cavar un surco (abridor) antes de hacer una plantación (bulbos de patatas, plantas que se trasplantan…).
El aporcado consiste en acercar la tierra a los pies de algunas plantas hortícolas para
• favorecer el desarrollo de la parte subterránea
• aportar frescor
• aportar soporte a las plantas
• proteger del frío
• permitir blanquear algunos tallos (puerros…). En efecto, el aporcado permite dejar algunas partes de las hortalizas sin luz. Esta técnica permite reducir su amargor o hacerlas más tiernas.
• junto con el mulching, permite proteger el sistema radicular del frío en invierno.
• cultivar plantas que no soportan una humedad constante en un suelo pesado (p. ej. ajo).
¿Cuándo aporcar? Cuando la planta es suficientemente fuerte para soportar esta operación.
El aporcado debe ir precedido de un profundo escardado y binado.
El escardado consiste en suprimir las adventicias que crecen entre las siembras y las plantas que ya han germinado. Para ello, son muy útiles herramientas como el binador, la azada y el cultivador.
El binado consiste en airear la tierra mullendo las interlíneas de una superficie de tierra sembrada o plantada. Puede usar un gancho de 3 dientes o un gancho de un diente para mullir el suelo.
Estas dos acciones combinadas le garantizan un huerto saludable, ya que contribuyen a:
• destruir las adventicias,
• reducir la evaporación del agua,
• mantener una buena estructura del suelo,
• dejar entrar el aire y el agua,
• impedir que se forme una costra en la superficie del suelo, lo que favorece la subida del agua por capilaridad.
Según el tamaño y naturaleza de las superficies que se escardarán, puede usar distintos útiles de desherbado manual: escardador plano, escardador oscilante manual, pata de oca positiva y negativa, escardador de triángulo puntiagudo y redondeado.
Para ganar tiempo, es interesante adoptar la costumbre de binar cada semana. Preste atención cuando bine, no destruya las raíces de las plantas cultivadas. Para lograrlo, procure binar retrocediendo para no pisotear la tierra. Después es mejor binar con tiempo seco, eso permitirá que las adventicias se sequen en el suelo. Para evitar que las hierbas salvajes proliferen otra vez, puede hacer un mulching. El mulching permitirá también conservar el suelo bien fresco.
El mulching limita la aparición de hierbas indeseables que podrían competir con los cultivos in situ y protege el suelo del calor y sequedad excesiva. En resumen, el mulching mejora la estructura y riqueza del suelo.
En efecto, el mulching sirve de alimento a la macro y microfauna del suelo. Los microorganismos y animales que viven en el suelo se alimentan de esta materia orgánica y la transforman de manera que las plantas la puedan absorber. La digestión de esta materia orgánica por los seres vivos en el suelo transforma la misma en humus, un verdadero depósito de elementos minerales muy apreciados por las raíces de las plantas.
Además, el mulching es bueno para todo tipo de suelos. Las tierras pesadas y compactas se mullen y los suelos excesivamente ligeros ganan consistencia y compacidad.
Por último, el mulching facilita la recogida de las hortalizas, ya que las mismas no se ensucian con la tierra.
Atención, a algunas plantas muy bajas no les beneficia el mulching: el rapónchigo cultivado, verdolaga, canónigos, cebolla, ajo, chalotas…
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